El nacimiento de esta "sociedad" se remonta a mis 15 años, cuando las hormonas están por las nubes, nos enamoramos una semana de alguien y a la siguiente el mundo ha cambiado por completo, estamos enamorados de otra persona totalmente distinta.
Mi caso no era muy diferente, la diferencia es que yo pocas veces o ninguna fui correspondido, algo de lo que no me arrepiento ni me avergüenzo, cultive mi mente, aprendí idiomas, recapacite sobre mi vida... algo que sirvió de nada, ya que mis hormonas seguían en ebullición y yo sólo conocía de manera empírica una forma de enfriarlas (5vs1), realmente era la única forma conocida por mi hasta los 14 años, aun así después me haría falta.
Un día hablando de todo un poco una amiga y yo empezamos a comentar que tenemos una vida un poco regular en cuanto a amores y que vaya cara de amargados que teníamos, comenté que debíamos crear una asociación... me salió el tema S.A.M. (Sociedad de Amargados Murcianos), pero decidí que puesto que amargados hay muchos y no se debe ser egoísta, dejásemos entrar en la sociedad a todo el mundo....
Hoy encontramos un amargado en cada persona, ya existían antes, pero hoy podemos decir que estamos incluidos en un grupo muy homogéneo.
Para ser un amargado sólo has de tener una de estas características:
ser soltero
que hayas terminado una relación y tener cara pocha
tener la cara pocha sin necesidad de aliciente
ser un freak y te de igual que caras tener
querer pertenecer a una tribu urbana reconocida mundialmente (y elegir esta por indecisión)
que te guste pasar las tardes tristes viendo comedias románticas de Meg Ryan y Cameron Diaz, con
amig@s y comiendo chocolate y porquerías y bebiendo bebidas gaseosas, poniéndote como un/a cerd@ dándote igual, porque es la única forma de liberarte de la frustración que te supone estar amargado o también ir a heladerías y pedir el helado con más sabores a elegir que puedas por la razón anterior
saber reirte de los demas y en especial de ti mismo (con gracia y sin crueldades)
tener más de 18 años ser un/a dios/a andante y ser virgen (estando caliente como una patata horneada rellena de queso)