Creo que el azar se esta descojonando a mi costa...
El jueves pasado voy al médico, llevaba ya unos días -más bien meses- que me sangraba la nariz casi sin motivo alguno, llego al ambulatorio del Carmen, esperamos -iba con mi madre- menos mal que nos llevamos libros para leer mientras y entramos a la consulta, de repente al mirar al frente... vaya mi otorrinolaringólogo de la privada. Nada, después de las típicas explicaciones de qué hemos hecho en nuestra vida sin vernos durante tanto tiempo, me abre el orificio nasal con un aparato de forma no muy fina (parece que esté contando algo diferente por Dios). El caso es que duele.
Después de mirarme mil veces el orificio nasal izquierdo me dice: ¡Si tienes el tabique desviadoooo... muy desviadoooo! ¿Cómo respiraaaaas? y yo: Pues normal... casi sin dificultad. Y él: Chico pues eso hay que operarlo...
Así sin más... como si no me afectara...
Pues si, a operarme toca, supongo y espero que después de vacaciones... gracia me hace la justa, pero es lo que hay...