martes, 15 de septiembre de 2009

Recuerdos de bohemio

¡Qué irónico!

En un bar del centro de Murcia, solo, con las camareras.

Mi botella de cerveza, mi cigarro encendido y, en el aire mezclándose con el humo, una canción que recuerda a una bosanova o un bolero (nunca llegué a diferenciar la música) unidos al jazz y a una guitarra al estilo Santana cantada

por Jarabe de Palo.
x



En mi, sentimientos melancólicos, tranquilos y, el fuego que siempre arde.


En estos momentos, soy un bohemio venido a menos, deseando que publiquen mi obra o triunfar en un mundo lleno de humo, drogas e intelecto. No estoy mal. Me encuentro bien frente a la melancolía y a los sentimientos que afloran recordando un pasado no muy lejano, que quisiera olvidar y a la vez recuperar.

Todo esto mientras la canción ha pasado a algo más movido, con distintos autores que aun recuerdan a ese sentimiento melancólico que la camarera tararea entre su trabajo y mis pensamientos.


Mi cigarro se ha consumido con apenas dos caladas y, en mi cabeza y en el aire, mientras cambia la canción de nuevo se mantiene la palabra, el sentimiento, el concepto RECUERDO.

martes, 1 de septiembre de 2009

En una noche de curro...

Tengo amigos... si, los tengo... ¡¡va en serio!!

Lo peor de todo es que tengo dependencia de ellos.

Todo radica en que mi concepto de la familia está basado en que familia no es sólo algo que te toca sin mas cojones y por sangre sino que familia es aquello que eliges y que te hace sentir bien. Mi concepto está tan asentado en esas bases, que puedo decir sin miedo alguno que hay personas en mi familia que son meros desconocidos (aunque se les conozca, son desecho) y por supuesto si hubiera de elegir entre ellos y lo que yo considero mi familia, queda claro que mis amigos irían por delante. Aun a riesgo de ser alejado del resto de mi familia (de sangre)

Todo esto y sin lugar a dudas lo he aprendido esta semana, (como siempre aprendiendo cosas nuevas en la vida y poniéndolo en practica aun sin yo quererlo) en la que he comenzado en mi “curro nuevo” (que lo mío se llama suerte) en el que estoy solo y de noche.
En esos momentos en los que tienes tiempo de pensar, oír tus pensamientos repetidos por otra persona y seguir escuchándolos hasta acostarte al día siguiente con la luz que en Murcia da a las 9.00 (para quien no lo sepa, es muchísima) hacen que tus miedos, frustraciones y sensibilidades se encuentren a flor de piel y supongo que deben ser los biorritmos, que al cambiarlos de este modo tan radical, te hacen “la puñeta” sin perdón y con dolor y consiguen hacerte ver que, en mi caso, mi miedo mas atroz posiblemente sea la soledad, mi frustración la falta de tiempo y mi mayor sensibilidad, el afecto.

El afecto, creo que soy una de las personas más afectivas que conozco ya que tengo gran necesidad de dar afecto y de recibirlo. Es tanta la necesidad, que la falta de libertad de afecto me hace tremendamente infeliz. Valoro un abrazo sincero dado por alguien a quien quiero que cualquier objeto de gran valor que me puedan dar (eso no quiere decir que para mi cumpleaños me colméis de abrazos) y si no doy a las personas a las que quiero afecto siento desconsuelo. Y es que como dicen las abuelas “soy un crío mu sentio”.

La falta de tiempo, una gran frustración, para mí el día debiera tener 48 horas y la vida debiera ser mucho más larga y con mas tiempo de juventud. Siempre quiero hacer algo nuevo, estudiar nuevas cosas sin dejar las que ya ocupo de lado, y al ver que no puedo abarcarlo caigo en la frustración de la falta de tiempo en la que mientras unos se aburren, yo le doy vueltas a la cabeza para ver que nuevas cosas puedo inventar, que nuevos estudios puedo sacar, que nueva película de serie B de los 80, desclasificada hace mil años y por actores que seguramente no volverían a aparecer en ninguna otra película, busco para ver. El tiempo, Cronos, el fin, reverenciado por todos y buscado por miles, tiempo, eso es imposible de controlar, solo podemos hacernos la idea de ir al paso, o dejarnos llevar por é, nunca de verlo en nuestras manos como algo fácil de manejar, ya que, nos estaremos engañando.

La soledad, supongo que no me distingo de la mayoría, nadie quiere verse y menos sentirse solo, suponemos que es bueno en ciertos momentos, pero sabemos que es una amante que aparece cuando quiere y se va cuando desea, sin pedir permiso, sin contar con nuestra necesidad, intentamos huir de ella y la encontramos en donde quiera que vayamos. A veces creemos que está ahí resulta que estamos ciegos, que la soledad era inventada, otra pensamos que jamás se acostara con nosotros y ella como amante descontrolada, un día aparece en nuestras camas, en nuestras vidas, sin animo de desaparecer.
Unos la buscan fervorosamente otros intentan darle esquinazo, pero ¿quien la controla?.
Gracias a esta semana he hecho algo de introspección (que a veces no es malo) y aunque con alguna lagrimilla, sé que lo que quiero en el futuro es lo que tengo ahora pero con mejor nivel y con tiempo para disfrutarlo.